"Pregunta Víctor ¿Qué nos ha dejado Lipman? Intentando responder me he sentido desbordada por un enorme manantial de gratitud que estoy segura nunca habrá de secarse. Lipman supuso para mí un vuelco personal y profesional tan significativo que después de casi veinte años aún sigo sorprendida y nutriendo cada uno de mis días con sus enseñanzas, en permanente diálogo con esa mente lúcida y brillante que a través de sus escritos nos ha retado a pensar, sentir y crear por nosotros mismos, pero siempre teniendo a la comunidad como telón, límite y condición de posibilidad de nuestra existencia como personas.
Desde que algunas de mis profesoras supieron rescatarme de una infancia difícil, he vivido con el compromiso de restituir, cuando menos, lo recibido. Dedicarme a la educación: un destino que no quise eludir. Pero un destino complejo. Nunca me conformé con lo acostumbrado. Amplié mis estudios porque no me sentía capaz de abordar la tarea con seguridad. Busqué y rebusqué en el baúl de las metodologías, probé y descarté incansablemente…con el regusto un poco amargo de tropezar a menudo con propuestas interesantes a las que siempre faltaba algo para que las piezas encajasen armónicamente. Hasta que el azar llevó mi desconcertada barca a las orillas de Lipman Y Sharp. Ellos fueron agua fresca para una sed profunda y antigua.
Desde ese momento todo empezó a encajar: teoría y práctica; pensamiento, sentimiento y acción; texto y contexto; individuo y sociedad; biología y cultura; arte y filosofía…vida y muerte…Por eso y por tantas otras cosas que se escapan de este pequeño espacio: gracias a los dos y gracias a la vida por haberme permitido el privilegio de conocer a fondo su pensamiento."
Carmen Loureiro. Profesora de lengua y educación para la ciudadanía. Psícóloga y miembro de la asociación " Centro de filosofía para nenas e nenos de Galicia"
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